miércoles, 28 de agosto de 2013

La familia DE PABLO-BLANCO en Cártama.



         Uno de los lugares más cargados de historia no hay duda de que es el cementerio de cada ciudad o localidad; y precisamente el de Cártama es uno de los que más destaca en este aspecto. En él descansan el sueño eterno personajes de mucha importancia para la historia del pueblo, incluso del país. Pero suele ocurrir que no responden a nuestras incógnitas y de allí salimos con más dudas de las que entramos.
         A no ser que nos propongamos investigar a conciencia al personaje en cuestión. Esto me ocurrió cuando me encontré con el reducido Panteón de los Pablo-Blanco, cuyo mármol de entrada solo deja constancia de que allí se encuentran los restos de doña Dolores Salcedo y Yegros, de su hijo don José de Pablo-Blanco y Salcedo, y de su nieto don Fernando de Pablo-Blanco y Bauluz. Una combinación de los apellidos que ya hace presuponer grandes historias.
                                                  


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         Doña María Dolores de Salcedo y Yegros, fallecida el 15 de marzo de 1880, descendiente de una de las familias más destacadas de Cártama; contrajo matrimonio el 28 de febrero de 1825, en el Sagrario de la Iglesia Catedral de Málaga, con don Juan de Dios de Pablo-Blanco, natural de Casarabonela, hijo de don Lucio de Pablo-Blanco y de doña Isabel de la Bandera. Los que fueron padres de:
         Don José de Pablo-Blanco y Salcedo, nacido en Málaga el 28 de noviembre de 1827.
         Doña Concepción de Pablo Blanco y Salcedo, casada con Laureano Castells.
         Don Juan de Pablo Blanco y Salcedo. Nacido el 15 de enero de 1853 en san Fernando (Cádiz). Casado con María Dolores de los Montes, de la que no tuvo descendencia.


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         Don José de Pablo Blanco y Salcedo. Teniente Coronel de Artillería de Málaga, se distinguió en la guerra de Cuba, donde obtuvo varias medallas por su arrojo y valentía. Una vez regresado a España solicitó el ingreso en la Guardia Civil, lo que consiguió con el grado de Teniente Coronel.
         Formó parte del sequito que recibió a la reina Isabel II a su llegada a Málaga en 1862. Obtuvo el grado de Capitán por sus actuaciones en los sucesos de Monte Esquinza (Navarra), donde falleció otro ilustre cartameño, el Marqués del Duero, que merece una biografía aparte.
                           


         Como militar retirado y condecorado recibía una pensión anual de 700 escudos. Falleció el 14 de enero de 1879. Estuvo casado con doña Petra Bauluz Orcajo, señora de carácter muy risueño y muy devota de la Virgen de los Remedios, a la que visitaba todos los años. Solía repartir artículos de primera necesidad entre los pobre de Cártama. Falleció el 31 de enero de 1924.
         Fueron los hijos de estos:

         Don Juan de Pablo-Blanco y Bauluz, nacido en Coín en 1882; fue uno de los redactores del periódico madrileño “El Heraldo”. Solicitó a la Cámara de Castilla en el año 1911, los derechos del título de Marqués de Campo Alegre, aportando para ello la demostración genealógica de ser descendiente del obispo de Cádiz Lorenzo Armengual de la Mota. El Ministerio de Justicia contesta negativamente en 1914.
         En 1905 ejercía como Comandante de la Guardia Civil en Lugo y en 1906 en Navarra.

         Doña Remedios de Pablo-Blanco y Bauluz. Casada con don José Creixell Olivella; que solían pasar largas temporadas en sus fincas de Cártama.

         Don Fernando de Pablo-Blanco y Bauluz. Fallecido el 5 de junio de 1883.

         Don José de Pablo-Blanco y Bauluz, Coronel de Artillería. Aficionado a las artes y las letras, afición que heredó de su padre.  Falleció en Granada en diciembre de 1926 y sus restos fueron trasladados al panteón familiar de Cártama.


  Óleo dedicado por don José de Pablo-Blanco y Bauluz, a sus primos don Diego Salcedo Duran y doña Dolores Peñalver.

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         Don Juan de Pablo Blanco y Salcedo. Obtuvo el título de Bachiller en el Instituto de Málaga. Aprobó Medicina y Derecho en la Universidad de Granada. En Madrid fue miembro de la Dirección de Rentas del Ministerio de Hacienda. Ingresó en la academia militar en 1872. El 2 de abril de 1875 fue promovido para Alférez y destinado al Regimiento de Infantería Aragón nº 21, con el que participó durante las guerras carlistas a las actuaciones de Cuevas de Vinaroz, San Mateo, Alcora, Mola de Chert y sitio y rendición de Cantavieja. El 1º de agosto de aquel año, estando con su regimiento de operaciones por Cataluña, asistió y asalto de la plaza de Seo de Urgel, por el que obtuvo el grado de Teniente. En enero de 1876, operando en las Provincias Vascongadas, asistió a las batallas de Santa Bárbara de Oteiza, Villatuerta, Montejurra y la rendición de Estella.
         También prestó servicios en otros cuerpos de infantería, ingenieros y artillería, como agregado. Obtuvo la Cruz Blanca al Mérito Militar estando en Cuba en 1894, cuando sofocó una partida revolucionaria que se levanto en la provincia de Santa Clara, siendo capitán de la comandancia de la guardia civil de aquella provincia, con quince hombres a su mando, salió en persecución de la partida, batiéndose con ellos y causándoles muertos, cogió prisioneros y requiso armas, caballos y equipo.
         Teniente Coronel de Artillería de Málaga y perteneciendo al instituto de la Guardia Civil, participó en la persecución de bandoleros.
         También le fue concedida la Medalla de Alfonso XII con cuatro pasadores, cruces roja y blanca de primera clase, además del distintivo de Benemérito de la Patria.
                                              




         El panteón que nos ocupa fue construido en 1921, y a él se trasladaron el 7 de febrero, los restos de los titulares que aparecen en el mármol.



                                  


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