sábado, 17 de agosto de 2013

Guiños desde Málaga: La Feria.


         Sin que llegue el cartameño no hay feria.

         Ahora que la ciudad de Málaga entra de lleno en sus fiestas mayores, resulta interesante recordar la contribución de Cártama a estas fiestas.

         Desde que se tomó Málaga a los moros se vino celebrando este hecho el 19 de agosto, festividad de San Luis, durante al menos los dos siglos siguientes.
         La estrella de la celebración eran el pendón real, con el que se ganó la ciudad y demás insignias de guerra, que tenían en propiedad los señores de Casapalma, por tener el título de Alférez Mayor de la ciudad á perpetuidad, con la obligación de llevar la tarde de la víspera de la festividad, las dichas insignias al Ayuntamiento para exponerlos en el balcón, y a la mañana siguiente, sacarlas en procesión portándolas el Alférez Mayor, acompañado y de acuerdo con el Alguacil Mayor de la ciudad, justicia, y demás caballeros regidores, desde la Casa Capitular hasta la Catedral, Iglesia de Santiago, y vuelta al balcón Capitular.


         Edificio del Antiguo Ayuntamiento en la Plaza de la Constitución, en cuyo balcón depositaba el conde de Casapalma el Estandarte Real, para que diesen comienzo las fiestas de la ciudad. El número 1 marca el balcón que ocupaba el Conde de Casapalma para el resto de actos oficiales.

         Después de la procesión se celebraban las fiestas, que incluían dos corridas de toros en el mismo día, una por la mañana y otra por la tarde, a la que tenían obligación el gremio de carniceros de la ciudad, de donar cuatro toros.
         Este título trató de arrebatárselo en 1610 don Luis de Navarrete; pero pudo conservarlo don Francisco de Córdoba al mostrar al Real Consejo de Madrid el documento de nombramiento junto con otro del cabildo malagueño que le acredita como tal.
         Pero no eran las fiestas la única ocasión en que  se posesionaba el pendón de la ciudad; también con motivo de la aclamación de un nuevo monarca se seguía este ritual, dando muestras de pleitesía. Entonces estas celebraciones se hacían en Málaga y en Coín, como cabeza del corregimiento de las Cuatro Villas de la Hoya (Coín, Cártama, Álora y Alhaurin). Siempre con la obligación de portar el pendón durante la procesión el Alférez Mayor; salvo casos excepcionales, como el de la aclamación del Rey Luis I en 1724, que no pudo acudir por estar fuera de la ciudad el Conde de Casapalma y Fuensalida, en su lugar hubo de hacerlo don Tomas Bernardo de Albelda, su teniente de Alférez Mayor.


        Y en una tradición tan importante para la Feria, como son los toros, también tuvieron los cartameños su papel importante, ya que durante muchos años fueron las ganaderías cartameñas las que abastecieron las corridas de la feria de Málaga, como puede leerse en este cartel. Por algo habría de tener Cártama dos ferias de ganado.



         Incluso en algo tan importante como son los fuegos artificiales en la Feria de Málaga era un cartameño el encargado de organizar el espectáculo.



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