martes, 23 de julio de 2019

HISTORIA DE LA SIERRA DE GIBRALGALIA.


         Topónimo puramente árabe, cuya raíz se repite por toda la geografía española (Gibraltar, Gibralfaro, Gibralmora, etc.), puede traducirse como “sierra alta” (Yabal al-alya). Aparece por primera vez en el deslinde del condado de Casapalma, ocurrido en 1493:
         “…por do va una senda aguas vertientes al camino de Álora, que va de Álora, e aguas vertientes Casapalma e cabo del dicho lomo de tierra entre unas palmas en derecho del atalaya de la sierra de Gibralgalia de lo más alto e dexando la dicha sierra de Gibralgalia a la mano izquierda volvió por un lomo abaxo de unos buhedales sobre la mano derecha en derecho de la dicha atalaya y del dicho mojón yendo por la loma adelante aguas vertientes al rio de Caçarabonela faciendo dos boltezuelas en el dicho deslindamiento e loma sobre la mano izquierda fasta dar en un cerrillo que se dice Fechahacen a do se hizo otro mojón de tierra e una piedra en medio soterrada.” Un texto escrito el 17 de diciembre de 1493 y que describe fielmente los cerros más altos de esta sierra.
         A partir de esta fecha queda integrada en el señorío de Casapalma, hasta que con la abolición de los señoríos pasa a formar parte del término de Cártama en 1812, tras un pleito con el vecino municipio de Coín. Entonces no se hace distinción ente los habitantes, pero es evidente que ya está habitada la sierra de Gibralgalia porque el padrón de aquel año ya recoge familias como los Carrasco, Navarro, o Vázquez que aún hoy perduran.
         Con la creación del municipio de Pizarra en 1847, a partir de tierras tomadas de los de Alora y Cártama; la sierra de Gibralgalia queda aislada y unida a su término tan sólo por la carretera de acceso.
         Su población se compuso de vecinos llegados de todos los municipios cercanos. Estos primeros pobladores tuvieron la libertad de poder cercar un pequeño trozo de tierra en el que construir sus chozas aprovechando los recursos del entorno; el resultado eran unas viviendas con paredes de piedra, habitaciones cortadas con cañas y barro y cubierta de palmas. El perímetro circundante era reservado para el ganado de pastoreo, gallinero y huerto, denominándose localmente “rancho” a todo el conjunto, de donde nace la barriada de “los Ranchos”.

         La población se crea y expande a partir de un camino de herradura, a los lados del cual se van concentrando las chozas hasta llegar a convertirse en la actualidad en la calle principal, actual calle “el paseo”. A partir de esta salen otras laterales sin orden alguno, adaptándose a la orografía o los límites de las propiedades.
         Durante muchos años este fue el paisaje normal en Gibralgalia, hasta que alguien se atrevió a colocar en la cubierta de su casa la teja de barro cocido, algo que por primera vez se veía en la zona; desde entonces esta barriada en expansión seria conocida como “barriada de casa teja”.
         La última de las barriadas en crearse sería “la peluca”, que en la década de los años 90 aun carecía de luz eléctrica en las casas.


         La consolidación como aldea llega cuando el Padre Tiburcio Arnaiz, durante un viaje a Yunquera, se fija que hay numerosas casas diseminadas en un monte que divisa por el camino, pero no distingue entre ellas ninguna iglesia. Preguntó entonces a su acompañante que pueblo era aquel, el cual le informó que se llamaba Gibralgalia y que allí no llegaba quien los confesase ni siquiera una vez al año, ni tenían cura ni conocían a Dios; eran cristianos porque sí, porque bajaban los recién nacidos a Pizarra para bautizarlos, dos horas de camino en bestia, lo mismo acorría cuando se casaban, y allí también llevaban sus muertos para darles sepultura, sería el año 1920.
         Hasta entonces los oficios religiosos se venían haciendo en una casa particular conocida como “casa del colorao”, propiedad de Antonio Berlanga Pacheco, conocido como “Antonio Martín”.


         En enero de 1921 fue llevado el Padre Arnaiz a Pizarra por los Condes de Puerto Hermoso para preparar la entronización del Sagrado Corazón en la sierra de Gibralmora. Aprovecha la ocasión para organizar una visita a la sierra de Gibralgalia acompañado de los Condes y el cura de Pizarra, ocupando el día entero en catequizar, predicar y confesar, con tal aceptación que de vuelta a Málaga le pareció urgente poner en marcha un plan de catequistas y maestras rurales voluntarias. Después de mucho esfuerzo, al año siguiente, enero de 1922, se presentan en Gibralgalia tres señoras pertenecientes a las llamadas “doctrinas rurales”, entre las que se encontraba doña María Isabel González del Valle, y a las que el Padre les había dado como primer objetivo y consigna, la de desterrar de aquel lugar la blasfemia.
         Nada más llegar a la sierra alquilaron una de las pocas casas existentes, ya que la mayoría eran chozas, y en ella se instalaron y destinaron parte de la misma para escuela, pero pronto se quedo pequeña y hubieron de alquilar otra. Las clases se impartían de ocho a once de la mañana para los niños, de tres a cinco de la tarde para las niñas y tras ellas las mocitas, y de ocho a diez para los hombres. Los jueves se desplazaban al cercano barrio de Las Casillas, daban catecismo para las casadas y visitaban los enfermos; el domingo lo ocupaban en bajar a Pizarra a oír misa y comulgar, cuatro horas de viaje en caballería.
         El propio padre Arnaiz reconoce que lo sacrificado de la caminata de los domingos llevó a estas señoras a solicitar del señor Obispo la concesión para habilitar una capilla decente.
         El templo fue construido con la ayuda de todos los vecinos, incluso colaboro el señor conde de Pizarra. Una vez acabada fue inaugurada la capilla en 1922, por la directora de todas las misioneras, doña María Isabel González del Valle.

         Durante los años 30 se le construiría el Cementerio, lo que supuso el que quedara dotado de otro importante equipamiento para el vecindario.
         Celebra sus fiestas el 24 de junio, en honor a su patrono, San Juan Bautista; y en las mismas se hace patente una de las más antiguas aficiones locales, el día del Caballo. En la actualidad es una población con entidad propia, con monumentos muy personales como su Iglesia, sus fuentes, y sus casas históricas; incluso me consta que algún vecino está en disposición para montar un museo dedicado a la historia local.





2 comentarios:

  1. Siempre es bueno saber , interesante más cómo está me gusta

    ResponderEliminar
  2. Thank you!!!
    Nếu có nhu cầu sử dụng dịch vụ vận chuyển hàng hóa bằng đường sắt kết hợp vận chuyển container bằng đường bộ, hãy liên hệ với Ratraco Solutions để được tư vấn cụ thể hơn.

    ResponderEliminar