Comienza el año con la certeza de que
Ballesteros planea atacar Málaga a través del valle del Guadalhorce, lo cual
aumenta la presencia de tropas francesas en nuestra comarca. Los caminos son
un ir y venir se arrieros, ganaderos,
comerciantes y campesinos, entre los que con frecuencia hay quien lleva o trae
información a Málaga o de la ciudad al interior, sobre los movimientos de
tropas; pero también abundan quienes intoxican al invasor con informaciones
falsas, en unas ocasiones tan solo para cobrar una pequeña recompensa, pero en
otras eran informaciones bien estudiadas que pretendía distraer al enemigo,
cansar sus tropas y crear desconcierto entre los mandos.
20
de enero. – El General Maransin comunica al Comandante Thyrel de Alhaurin,
que Álora será castigada con 200 pares de zapatos y 20.000 reales, por el
retraso en el pago de la contribución y por permitir que algunos vecinos se
alistasen en el ejército español. Informa además, que Cártama se encuentra en
el mismo caso, y deberá asimilar un castigo similar.
22
de enero. – El desprecio de los franceses por las tropas españolas
comienzan a convertirse en temor; y como ejemplo sirvan las medidas que tomó el
general Leval cuando supo que Ballesteros había salido de Algeciras en
reconocimiento hacia Estepona con sólo 130 hombres.
1º ― Orden al general Rey de
concentrar en Alhaurin dos batallones del 43º, y todos los destacamentos del 4º
cuerpo que se encuentren en la provincia.
2º ― Orden al general Maransin de
proteger Málaga con todas las tropas de que disponga (700 hombres en total).
Esto, a pesar de estar convaleciente de un balazo en el pecho.
3º ― Orden al 43º destacamento de línea
y 7º polaco de ir a Mijas y permanecer allí.
4º ― Orden al comandante del castillo
de Teba de evacuar este puesto por estas insuficientemente fortificado.
Ballesteros por su parte, que era
consciente de la falta de formación militar de buena parte de su ejército,
orientó su estrategia en una serie de avances y retrocesos por toda la
provincia que provocaban tanto la fatiga como la división de la tropa francesa,
con la continua incertidumbre de qué punto es más importante reforzar.
2 de febrero. – Maransin dirige un
cuerpo de tropa desde Antequera á Cártama; sin embargo, le llegan noticias de
que Ballesteros merodea por la zona, y decide desviar la ruta, temiendo ser
atacado a su paso por Álora ó al cruzar por el vado sobre el Río Guadalhorce,
puntos donde los atacantes actuarían con ventaja.
7
de febrero. – Numerosos informes hablan de los movimientos de las tropas de
Ballesteros por las Sierras de Ojen, Monda, Yunquera y Coin; lo que hace
sospechar a los franceses que planea alguna actuación en la zona y está
valorando posibilidades.
Con el General Rey, que se encuentra
en Álora con una fuerza de entre 1200 y 1500 hombres, planea, en caso que
aparezca por la zona, hacerle frente en la llanura de la vega, atacando por los
flancos, para empujarle hacia Cártama, donde se reunirá con Maransin y sus
hombres.
9
de febrero. – El Mariscal Soult, escribe desde Sevilla al General Maransin,
rechazando su propuesta de fortificar el castillo de Álora, alegando lo elevado
de los costes. Propone como preferible fortificar el Convento de Alhaurin, a
fin de ubicar en aquel lugar una columna móvil que asegure la comunicación con
Marbella y que a la vez, pueda resistir allí un asedio. Todo ello siguiendo el
proyecto y presupuesto presentado por el Capitán Chambaud, según el cual,
aquella plaza será provista de un contingente de 300 hombres de infantería y 100
de caballería, cuyos gastos soportaran las villas de Alhaurin y Coín.
11
de febrero. – A las 6 de la mañana, llegó al general Maransin un informe de
toda fiabilidad que aseguraba que Ballesteros se encontraba en Yunquera con
5000 hombres.
Con su estrategia de distracción,
continuamente llegaba a Málaga información de los movimientos de los españoles,
que creaba la confusión en el general Maransin, porque muchos de estos informes
eran falsos.
El General Maransin ordena al Capitán
General Chambaud, que se encuentra en Álora; que este siempre dispuesto y
perfectamente fortificado para resistir el avance enemigo, y en caso de tener
que evacuar, se una a la columna de Alhaurin, pero pasando por Cártama. Y si
tuviesen que retroceder, se dirija á Almogía, y de allí á Antequera ó Málaga,
según las circunstancias del momento.
12
de febrero. – Cien hombres protegen Alhaurin. Maransin parte hacia Cártama
con 200 hombres, donde planea unirse a las fuerzas de Bellanger y contener al
enemigo combatiéndole mientras llegan los refuerzos.
13
de febrero. – Encontrándose ya en Cártama, recibe un correo del Coronel
Legrand, que ha quedado como Comandante en Málaga, en el que se le informa que
las tropas de Antequera han salido, aunque temerosos del acoso de las partidas
de la sierra.
Desde Cártama, Maransin informa al
Mariscal Soult, que Álora ha sido atacada al atardecer de este día por una fuerza
de entre 700 y 800 hombres. El Capitán Govarthy ha defendido la plaza con un
destacamento polaco de 200 hombres. Los españoles, al percibir la llegada de
las fuerzas de socorro mandadas por Ballanger, huyeron en dirección
Casarabonela. Los polacos tuvieron tres muertos y dos heridos.
Álora necesita de grandes arreglos para
poder ser defendida, ya que ni hay alojamiento para la tropa, ni hay agua, ni
hay parapetos para el tiroteo. Sin embargo Maransin considera que hacer volver
a los polacos sería dejarlo en manos del enemigo.
Los espías informan de la marcha de
Ballesteros en dirección a Yunquera, solo discrepan en la cantidad de hombres
que la componen, que varían entre 3000 y 5000 hombres.
El destacamento de 100 hombres del 58º
procedente de Antequera, trajo cartuchos para el destacamento de Álora, llegó á
Alhaurin. Una hora antes de que llegasen á Álora, había partido a su encuentro
un destacamento para enfrentarse en la travesía del Torcal a una cuadrilla de
caballistas que acosaba a los franceses, a los que capturaron un caballo.
Antes que acabase aquel día,
Ballesteros había ocupado Coín, lo que obliga a la guarnición francesa de aquel
pueblo a replegarse hacia Cártama, quedando tan solo en vanguardia y vigilante
del los movimientos de los españoles un destacamento del 58º mandado por el Capitán
Ricard.
14
de febrero. – Un destacamento francés compuesto de 57 hombres de infantería
y 50 caballos, sale para Cártama.
15
de febrero. – Ballesteros marcha hacia Monda. El Regimiento Gran Duque de
Varsovia sale de Antequera con previsión de llegar á Cártama durante la noche.
Maransin sale de Málaga para encontrarse en Cártama con ellos y consolidar
aquella posición, sin embargo, y a pesar de hacer muy buen día, se ve obligado
á devolver á Málaga la artillería de campaña, debido al mal estado en que se
encontraban los caballos. Los exploradores de vanguardia de la columna se
vieron atacados por hombres a caballo de Ballesteros que huyeron en dirección a
Coín. En los enfrentamientos capturo el ejército francés al enemigo un caballo con
su equipo.
16
de febrero. – A las seis de la mañana, las fuerzas de Ballesteros y
Maransin estaban preparando sus formaciones para el ataque.
La guarnición de Mijas, compuesta de
75 hombres del 58º, que el día anterior había llegado á Málaga, sale hoy para
Cártama, escoltando una pieza de artillería de campaña y un obús.
Los vestigios recogidos sobre el
terreno nos muestran el actual cortijo de la Colonia como acuartelamiento y
caballerizas francesas, ya que el actual edificio reúne tales condiciones y
hasta hace muy poco tiempo se podía leer en su fachada “Año de 1792”, lo cual
demuestra que ya existía durante la invasión francesa y en el entorno se han
encontrado monedas y material de esta época.
En minucioso estudio del Cerro del
Cerrajón como fortificado y vigilante de los movimientos tanto del Valle del
Guadalhorce como de Alhaurin el Grande y Coín, nos muestra sus dos fases de utilización;
una en época francesa y otra durante la guerra civil en que es reparado y
ampliado. Esta fase la estudiaremos en el capítulo correspondiente.
Precisamente la llanura que se
extiende ante este Cerro reúne las condiciones, tanto físicas como descritas
por las fuentes literarias, para ser el lugar en que tuvo el encuentro entre
las tropas españolas y francesas.
Maransin, que contaba con dos mil infantes
y 400 caballos, colocó su escasa caballería a la derecha y dejó en la reserva
parte de su infantería, dispuesto a resistir hasta que llegasen los refuerzos
solicitados.
Ballesteros, a la cabeza de sus
hombres, hizo hasta tres cargas de fusil, cargó a la bayoneta en ataque
simultaneo por los flancos y por el frente, causando a los franceses numerosas
bajas, entre ellas, un general, el comandante Thyrel, el coronel del 9º de
polacos y el Capitán de Granaderos Ducase.
A las ocho de la mañana la batalla ya
estaba decidida: los franceses no podían pasar a la ofensiva y los españoles no
podían romper la línea enemiga. Fue entonces cuando haciendo un alarde de
valor, Maransín se lanzó con la mitad de sus fuerzas a capturar los cañones
españoles; pero en la refriega una bala impactó en las costillas del general
francés que cayó del caballo. Este hecho frenó el ataque francés.
Propuesta de acuartelamiento francés dentro de la población. |
El general debía ser evacuado
inmediatamente a lugar seguro en que recibiese asistencia, y para ello, el más
inmediato era el acuartelamiento de la calle del Viento en Cártama. Sin bajar
de su montura y escoltado por sus hombres se dirigió a dicho lugar, pero al
entrar en el pueblo fue recibido con hostilidad por los vecinos que le arrojaban
lo que en esos momentos tenían en las manos, piedras, calzado o frutas. En
estas condiciones y sin poder reaccionar por el dolor que le causaba la herida,
ni siquiera bajó del caballo y continuó al galope por la calle del Viento,
atravesó la plaza pública, y salió del pueblo por la Puerta de la Villa,
situado entonces en la calle de Arriba.
1.
– Puesto avanzado y atrincherado
de El Cerrajón.
2.
– Acuartelamiento francés del
cortijo de La Colonia.
3.
– Vía de fuga de Maransin.
4.
– Dehesa Alta ó Vega de Santa María
y Fahala.
Los españoles salieron tras los
franceses que huían, aunque dieron por finalizada la persecución en mitad de la
vega, al tener noticias de la llegada de Rey y Berton con tropas de refuerzo.
La tropa francesa fue reorganizada en el Puente del Rey, a las órdenes del Comandante
Ballanger. En el informe expedido por Ballesteros en Yunquera el día 17 siguiente, afirma
que llegaron a una legua de la ciudad de Málaga, pero se encontraron que venía
a su encuentro el General Rey con 2500 infantes y 200 caballos que intento
atacarle por el flanco, por la orografía del terreno entendemos que salió al
encuentro de los españoles desde el río; pero no lo esperaron ya que sus
fuerzas se encontraban dispersas y solo podían contar con 2000 infantes, ya que
el resto habían sido destinados a puestos de observación en puntos
estratégicos.
El General Rey salió a la búsqueda de
Ballesteros, llegando hasta Monda, sin llegar a entrar en combate con ellos, lo
cual interpretó como una victoria propia. A su regreso reforzó Alhaurin el
Grande y ocupó Coín con un destacamento de caballería; quedando de esta forma
restablecido el cinturón defensivo francés.
Los españoles habían causado 150 bajas
al enemigo, entre las que se encontraban oficiales como Thyrel y el capitán de
granaderos Ducasse; y
capturado 120 prisioneros, siete de ellos oficiales. Los franceses habían
causado 124 bajas y capturado 70 prisioneros; de estos, nos consta que el
Regimiento de Cazadores de Lena sufrió 18 bajas, una de ellas el Capitán D.
José Manuel Granados; siete heridos entre los que se encontraba el Teniente,
graduado de Capitán D. Nicolás Solesio, un prisionero y diez desaparecidos.
En los días siguientes a la batalla,
Ballesteros se dedicó a ejecutar sus prisioneros a la vista de los franceses y
pedir rescate por un General francés también prisionero suyo. En vista de esto,
a un oficial español prisionero se le permite escribir una carta en la que se
explica que como consecuencia de estos actos serán fusilados él y los demás
prisioneros que le acompañan. Ballesteros responde a esta carta que “Siento
mucho, de que la impericia hiciese a V. padecer la suerte de prisionero y sus compañeros”,
y que comunique al General Maransín que de ser fusilado, hará él lo mismo con
cuantos franceses están en su poder y con el General que tiene en venta, así
como todos los franceses de Cádiz, la Isla de León y de los lugares bajo su
mando. Que la pérdida de su vida será pagada con la de seis mil franceses que están
bajo su poder.
Como consecuencia de esta batalla, Don
Francisco Ferraz y Cornel, que aquél día mandaba una División de Caballería y
el Batallón de Cazadores de Lena, obtuvo por S.M. la Cruz Coronada Militar de
San Fernando (reservada por reglamento á los Generales), por haber atacado y
dispersado una unidad enemiga de más de trescientos caballos que se disponía á
atacar a las fuerzas españolas.
A este Regimiento Cazadores de Lena
perteneció también el Coronel D. Jaime Butler, que participó activamente en
esta batalla, y fallecería antes de dos meses durante otro enfrentamiento con
tropas francesas al entrar a la bayoneta a la villa de Álora. El General
Ballesteros decretó que se le diese sepultura en un panteón de la iglesia
parroquial de aquella villa con salvas y honores.
17
de febrero. – Procedentes de Cártama, llegan á Málaga 86 prisioneros de
guerra españoles, de los cuales 6 son oficiales, junto á 12 heridos franceses;
escoltados por 150 hombres del 58º y 37 guías de la compañía de Vélez.
Entre los muertos son reconocidos en
Cártama un Teniente Coronel ayudante de campo de Ballesteros, el Capitán
Comandante de Bomberos de su guardia y varios oficiales de infantería. Se
calcula que en dos días habrán muerdo de sus heridas 11 prisioneros españoles y
en Alhaurin 7 que no se encuentran prisioneros. Los prisioneros llevados a
Málaga son enviados á Córdoba.
El Corregidor de Cártama informa á
Maransin de los nombres de los 124 muertos que quedaron sobre el campo de
batalla; sin embargo, Maransín desconfía de este informe, ya que el Jefe de su
estado Mayor, señor Bellanger, le había informado de que son algunos más.
19
de febrero. – Procedentes de Alhaurin, llega á Málaga otro grupo de heridos
escoltados por 20 hombres de infantería.
24
de febrero. – Valdivia, desertor del Regimiento de la Reina que formaba
parte de la tropa de Ballesteros que el 16 de encontraba en Cártama; se
presenta al Comisario de Policía de Málaga.
En marzo hace Ballesteros un
llamamiento desde su cuartel general en San Roque, para que el alistamiento
voluntario en el Regimiento de Húsares de Castilla en Yunquera.
A pesar de este grave acontecimiento
bélico, ningún vecino de Cártama sufrió el más leve perjuicio, lo cual se
atribuyo a la protección de la Virgen de los Remedios; con lo cual a partir del
año siguiente de 1813, en este mismo día 16 de febrero y en agradecimiento de
ello, se baja a la patrona a la parroquia, donde se le dice una misa cantada,
sermón y procesión por las calles del pueblo en acción de gracias por tan
singular beneficio. Al año siguiente se acordó por el Cabildo municipal en
pleno continuar con esta tradición para “dar a la posteridad una memoria que
tan grata le es al vecindario”. Esta tradición que continuo durante algunos
años se mantuvo gracias a la participación del vecindario, que en la víspera se
encargaba de bajar a la patrona desde el santuario, para al día siguiente, día
festivo, tras la misa procesionarla.
Mientras todo esto ocurría, Cártama se
hallaba desde diciembre del año 1811 sumida en el proceso de elección de la
nueva Junta Municipal, que se había ejecutado con normalidad el 15 de
diciembre, en la que resultaron elegidos:
Para Corregidor:
Dn. Baltasar de Yegros.
Dn. Francisco Serrano.
Para regidores:
Dn. José Espinosa.
Dn. Francisco Sánchez Díaz.
Dn.
Diego Marín.
Dn. Bartolomé Mairena.
Dn. Francisco Pérez.
Pero al parecer el Ayuntamiento saliente estaba deseando abandonar sus
cargos y el entrante no tenía el menor interés por ocupar los suyos, que les
sometían a las leyes del invasor. Por eso buscaban todo tipo de pretextos para
exonerarse; el procedimiento común y legal era solicitarlo con toda la
documentación posible en la Prefectura de Málaga, y aceptarlo en Cártama.
El señor Prefecto Consejero del Estado
en Málaga, Conde de Casa-Valencia, acepta y nombra para Corregidor a don
Francisco Serrano y para Regidores a don José Espinosa y don Diego Marín, el 23
de diciembre de 1811.
Don Francisco del Canto, que había
sido regidor durante el año anterior y le pertenecía serlo también durante el
de 1812, solicita el dos de enero se le exonere del cargo y se ponga en su
lugar al siguiente que le toque serlo, resultando ser don Baltasar de Yegros,
el cual no es posible localizar porque se encuentra ausente de la Villa.
Don Diego Marín solicita ante el Jefe
de División del Ministerio del Interior Prefecto en Comisión en Málaga, se le
exonere del empleo de regidor en que ha sido electo, alegando que no sabe leer
ni escribir, por lo que en su lugar es nombrado el 17 de enero, don Francisco
Sánchez Díaz para que le sustituya.
A don José Espinosa se le hizo entrega
de la papeleta de citación para que asistiese a su nuevo nombramiento en su
propia casa, el 1º de febrero por parte del aguacil municipal Cristóbal
Doblado; sin embargo este señor se negó a recogerla rechazando el cargo
municipal.
A casa de don Francisco Serrano pasó
personalmente el escribano local el dos de febrero para entregar la citación,
no encontrando quien le abriese la puerta; seguidamente pasó a casa de don José
Espinosa, encontrándose la misma situación; a continuación pasó a casa de don
Francisco Sánchez, presbítero, y encontrándolo en ella le hizo saber de la
citación para su nombramiento, a lo que este respondió que no se presentaba a
la Junta porque no era ni regidor ni munícipe ni nada de ella, desafiando a que
tomasen las medidas que considerasen oportunas y la de arresto si lo
considerasen. De todo lo cual se informó al Sr. Prefecto de la Provincia
solicitando las multas o medidas que considerasen necesarias para que los
nombrados tomasen sus posesiones;
lo cual denota que los entonces gobernantes de Cártama estaban deseando
abandonar sus puestos.
El Prefecto de Málaga responde el tres
de febrero dando un plazo de tres días para que los nombrados tomasen posesión,
y caso de no hacerlo se les imponga una multa de doscientos ducados a cada uno,
y si continuasen negándose se proceda al embargo y venta de todos sus bienes
por su desobediencia.
Por fin acceden y el cinco de febrero
se presentan para recibir sus nombramientos y relevar de los suyos a los
anteriores, pero aun guardan algunas sorpresas para esquivar sus cargos; don
José Espinosa presenta un expediente que
a la vez ha sido presentado ante el Sr. Prefecto de la provincia, para que se
le releve de su empleo; don Francisco Serrano manifiesta estar dispuesto a
tomar posesión de su cargo, en tanto este no le perjudique en nada, ya que lo
hace solo para dar cumplimento a lo ordenado por el Sr. Prefecto, pero como el
plazo no se cumple hasta el día siguiente no lo hará en el de hoy, y se marchó.
A continuación tomaron posesión y prestaron juramento de sus cargos don José
Espinosa y don Francisco Sánchez, recibiendo el primero de manos de del Regidor
saliente don Baltasar de Yegros, la vara de mando.
Para el siguiente día siete ya se
reúne la nueva corporación compuesta de don José Espinosa como Primer Regidor,
don Francisco Sánchez Díaz como Segundo Regidor, y don Francisco Pérez, don
Mateo Lobo, don Diego Marín, don Bartolomé Mairena, don Feliz Andrade como
Vocales. En este día don Francisco Serrano hace constar que acepta el cargo por
orden del Sr. Prefecto, pero siempre y cuando no le perjudique en la solicitud
que tiene entablada para que se le exonere del mismo. Aceptada esta protesta
jura el cargo y queda como Corregidor Municipal.
Andrés Marín Hidalgo también inicia su
propio procedimiento para quedar libre de la obligación de formar parte de la
Junta Municipal de Cártama, y para ello expone el señor Prefecto de Málaga documentación
que acredita tener sesenta años y padecer dolencias derivadas de accidentes que
le tienen lastimado de la cintura que le impiden andar sin dolor. El diez de
febrero que da exonerado y en su lugar es elegido José Campoo.
Don Baltasar de Yegros consigue quedar
libre de su cargo el 28 de febrero, también por expediente de exoneración que
él mismo inició. En su lugar resultó elegido Manuel Hidalgo que toma posesión
de su cargo el nueve de marzo.
Seguidamente fie don Bartolomé Mairena
el que consiguió ser exonerado de su cargo electo el dos de marzo, y en su
lugar para sustituirlo fue elegido Juan García.
El seis de marzo es don Mateo Lobo el
que declara hallarse cada día más grabado con la falta de vista, lo que le
dificulta el cumplimiento de su empleo, habiendo sufrido ya varias caídas
peligrosas, lo que unido a su avanzada edad, que supera los sesenta años, le
imposibilita para cumplir con el empleo para el que ha sido elegido, por lo que
solicita se le exonere del mismo. El siete de abril consigue ser exceptuado y
en su lugar es elegido don Eusebio Guerrero.
El 4 de abril el Sr. Prefecto de la
Provincia envía un oficio a Cártama para que se releve de su empleo de Corregidor
a don Francisco Serrano que lo había solicitado; a pesar de no haberle llegado
la solicitud firmada por todos los miembros del Cabildo, manda se nombre a otra
persona en su lugar que resulto ser elegido don José Espinosa, quedando el
Cabildo municipal compuesto por los siguientes señores:
Corregidor
– don José Espinosa.
Primer Regidor –
don Francisco Sánchez Días.
Segundo Regidor – don
José Campoo.
LA
BANDA DE CARVAJAL.
Fue la Banda de Carvajal una de las más
significativas. Aunque entre sus zonas de operaciones predominaba la de
Cártama, no podemos decir que fuese natural de aquí, porque no hay pruebas que
lo demuestren.
Esta partida trabajaba con la
complicidad de Ballesteros, y este le había agregado uno de sus lugartenientes,
llamado Bartólo; los cuales sabemos que el 18 de diciembre de 1811 eran
sorprendidos en Álora por las tropas francesas que los dispersa
Pero el 26 de diciembre es descubierto
por las declaraciones de un prisionero de esta banda llamado Miguel Carrasco,
natural de Coín; un depósito de armas y municiones que se guarda en un cortijo
cerca de Cártama.
90 hombres salieron de noche de
Málaga, para llegar a este cortijo al amanecer. Pero los centinelas españoles
descubrieron la operación en el último momento, y les dio tiempo a salir
huyendo abandonando incluso sus caballos ya equipados.
Muchas gracias por esta excelente entrada, sobre una parte de historia cartameña que desconocía.
ResponderEliminarUn saludo
Gran historia, bien contada. Gracias
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