jueves, 6 de febrero de 2014

LOS CAÑOS GORDOS DE CÁRTAMA.

         Hoy que se cumple el 64 aniversario de la inauguración de un lugar que sería emblemático durante años, merece la pena recordar aquella época y las circunstancias que dieron lugar a esta construcción


         Con la entrada en la década de los años 50 del pasado siglo XX, poco a poco España deja a tras una dura posguerra. La economía comienza a reactivarse débilmente, y esto se nota en la dotación de elementos urbanos para el servicio público y otras inversiones.
         Entre estas destacan en la ciudad de Málaga:
         La Escuela de Formación Profesional “Francisco Franco”, inaugurada el 30 de abril de 1948, por la que pasaran, como internos muchos cartameños.
         El Plan de reposición de viñas, almendros, higueras y algarrobos; en el que quedan incluidas 20.000 hectáreas de tierras malagueñas, en las que se invierten 220 millones de pesetas en 935.000 jornales de toda la provincia, a partir de 1950.
         El edificio de la Organización Nacional de Ciegos, que es inaugurado el 19 de junio de 1951, en el número 16 de la Alameda Principal de Málaga.
         Los Mercados de Ciudad Jardín, Churriana y Torremolinos, que se inauguran en el año 1953.
         Y otras más.

         En Cártama también se acometen importantes obras públicas, cada una de ellas con sus propias circunstancias y vicisitudes, que merecen ser estudiadas por separado. Una de estas obras fue la del abastecimiento de aguas y dotación de lavaderos públicos para la población; que una vez acabada y puesta en uso, fue conocida popularmente como: “los Caños Gordos” ó “los grifos”.  
         Hasta entonces muy pocos edificios contaban con agua corriente, el matadero, el mercado, y pocos más. Lo que ocasionaba que con frecuencia se viesen colapsadas las fuentes públicas existentes, como el Pilar Alto, el pilar de Abajo, los Chorritos, y algunas que otras menores. Realmente era una mejora muy necesaria.
         Para el abastecimiento de esta fuente, se tomó el caudal procedente de la llamada “mina de huerta segunda”, que se encuentra a la salida de Cártama en dirección Alhaurin el Grande, frente al Colegio La Mata, donde la última calle de esta urbanización corre paralela a la sierra. En la actualidad se encuentra la boca de salida de esta mina, cerrada con obra moderna, para evitar peligros, pero este recurso ha permitido también su protección, lo que ha sido una prórroga de su existencia en el tiempo.

         Se trata de una galería excavada en piedra caliza, que busca los afloramientos naturales por los que la falla permite el desagüe del acuífero de forma natural. En los años muy lluviosos es normal que en esta zona mane el agua espontáneamente, siguiendo el perfil de la sierra, por lo que en las cercanías se pueden encontrar otros aprovechamientos de tiempos más antiguos.

         La conducción está fabricada en bóveda de ladrillo y cemento, que a tramos tenia aliviaderos y albercas, para permitir la limpieza y el aprovechamiento para riegos. Elementos que están desapareciendo a medida que se construye en la zona, aunque aun son visibles algunos.

Parte de la conducción desde el manantial.
                          

         Costeada por el Gobierno Civil de la Provincia,  esta construcción fue integrada en el casco urbano, en la confluencia de las calles Alarcón Lujan y Santa Ana. El estilo arquitectónico corresponde a principios del siglo XX, con paredes encaladas rematadas en ladrillo rojo y rejería. Constaba de dos grifos para abastecimiento, abrevadero para animales, lavadero con doce pilas con sus grifos y el correspondiente alcantarillado.

                       
Maqueta de don Miguel Cañamero que recrea el estado original de los lavaderos.

 
Momento durante la inauguración del día 6 de febrero de 1950.
Personas que aparecen:
2.- Don José del Rosal Pérez, Cura Párroco.
2.- Don Baltasar Peña Hinojosa. Presidente de la Diputación Provincial.
3.- Cabo López.
4.- Don José González Marín.
5.- Don Manuel García del Olmo. Gobernador Civil de la Provincia.
6.- Don Francisco Segovia Ruiz, Alcalde de Cártama
7.- Don José Chicano de la Bárcena, Alcalde de Coín.
8.- Sub Jefe Provincial del Movimiento.
9.- Don Francisco del Pino y Lluva. Juez de Paz de Cártama.
10.- Don Francisco Baquero Vargas.
11.- Miguel Vargas Roldan; del Café Central.
12.- Don Diego Castro Villalva.
13.- Don Antonio Hurtado Sepúlveda.
14.- Don Juan Roldán Díaz. Fiscal de Cártama.
15.- Don José Gómez Rueda; “Pepito la Huerta”. Policía Municipal.
16.- Desconocido.
17.- José Bedoya, “el Chirro”.
18.- Don José Fernández, Secretario del Ayuntamiento.


         El día de la inauguración, martes 6 de febrero de 1950, fue un importante evento en el que confluyeron las personalidades sociales malagueñas del momento, además de los representantes públicos del pueblo.
         Aquella mañana llegaron en Cártama el presidente de la Diputación, don Baltasar Peña y su secretario particular, el Gobernador, señor García del Olmo y otros acompañantes malagueños y de pueblos cercanos, que fueron recibidos por el alcalde, párroco, comandante de puesto de la Guardia Civil, concejales, jerarquías sindicales y distintas representaciones, juntamente con muchos vecinos.
         Tras la procedente bendición por parte del señor cura párroco, dio un discurso el señor García del Olmo, en el que se comprometió además a arreglar el camino de acceso al lavadero. Finalizado el acto se trasladaron a la Sala Capitular del Ayuntamiento, donde el Gobernador rodeado de las demás autoridades procedió a repartir donativos en metálico entre las familias más necesitas del pueblo, por un valor total de 5.000 pesetas. Seguidamente tomó la palabra el cura párroco, que agradeció la ayuda y asistencia a los necesitados que el Gobernador venía haciendo, así como las obras públicas por toda la provincia, solicitando al Ayuntamiento que se le nombrase hijo adoptivo. Vuelve a hacer uso de la palabra el Gobernador para agradecer la acogida que se le ha dado, aceptar el nombramiento de hijo adoptivo de Cártama y comprometerse a hacerse cargo de la construcción de un grupo escolar para niñas, que el señor cura le tenía solicitado. Seguidamente, al tomar la palabra el Presidente de la Diputación Provincial, anuncia que esta entidad contribuiría con sus fondos a las obras antes mencionadas.
                                  

         Los lavaderos fueron derruidos durante la década de los setenta del siglo XX, con la introducción de la red de abastecimiento en las viviendas particulares. Pero aun hoy, el conjunto es uno de los más recordados, no sólo por su amplitud y ornamentación, también porque se convirtió en lugar de encuentro habitual, ya que raro era el día en que no había que acudir para algún menester, o simplemente pasar junto a él.
                                               
Año 1960. Francisca Pérez Pacheco llena agua de la fuente. 
         Aunque la que hoy existe es obra moderna rememorando la antigua, y los que pasamos cerca sólo podemos imaginar cómo fueron sus mejores años; aun quedan muchas personas que pueden contarnos anécdotas vividas en su entorno.
         Resulta incomprensible porqué un lugar antaño alegre y bullicioso, hoy resulta lúgubre y olvidado. Espero que esta breve descripción sirva para que estos elementos históricos sean valorados, cuidados y respetados.
                                
 Fuente de los Caños Gordos en la actualidad.
                                          


Como siempre, agradezco la colaboración para este trabajo de:
-          Juan Bedoya Vargas.
-          Miguel Cañamero Márquez.
-          Antonio Manceras.



1 comentario:

  1. ¡¡Enhorabuena por el reportaje!! Me has hecho trasladarme a la época, aunque solo sea mentalmente, puesto que no llegué a conocerlo en funcionamiento, sí que puedo corroborar que muchas veces fue lugar de encuentro y de juegos de niños de mi pandilla.

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